Un sistema justo y sostenible para la protección animal.
Bobby Hood nace con un objetivo principal: ayudar a quienes cada día salvan vidas sin pedir nada a cambio. Las protectoras de animales son el último refugio de miles de seres indefensos. Y, sin embargo, les falta lo que nunca debería faltar: recursos estables, previsibles y dignos.
La realidad es que cada vez hay más animales en nuestros hogares. Y no es casualidad: es fruto, en gran parte, del trabajo silencioso de las protectoras y de la conciencia que han sembrado en la sociedad. Pero esa ola de empatía, que ha creado un mercado enorme, no ha revertido en las protectoras —que sobreviven al límite—, sino que ha enriquecido a los de siempre: los grandes de la industria de alimento para mascotas. Es el momento de decir basta y, entre todos, poner fin a esa injusticia.
Este proyecto existe para cambiar eso. No se trata de limosnas ni de campañas puntuales. Se trata de justicia. De construir, entre todos, un sistema que permita a las protectoras seguir haciendo su labor sin estar siempre al borde del abismo.
Por eso, el 10% de toda la facturación se destina directamente a las protectoras afiliadas. No al final del año. No solo si hay beneficios. Desde el primer euro. Desde el primer día. Este porcentaje representa, según nuestras previsiones, cerca del 70% del beneficio del proyecto. El 30% restante se dedica íntegramente a la sostenibilidad del proyecto y a su crecimiento.
Porque esto no va de ayudar. Va de cambiar las reglas del juego. Y creemos que ha llegado el momento de hacerlo.
El equipo de Bobby Hood